sábado, 28 de marzo de 2015

Las emociones

EL ÁRBOL DE LAS EMOCIONES

         Había una vez,  un bosque donde vivía un árbol gigante, alto y robusto. Unos días, el árbol se sentía feliz y alegre, y no paraba de reír cuando las mariposas y los ruiseñores se paraban en sus ramas y le hacían cosquillas.
Otros días se sentía tranquilo y relajado observando a los demás árboles, sintiendo la paz y la belleza del bosque.
Los días de lluvia se sentía triste porque nadie venía a verle y con la humedad de agua cogía frío y se resfriaba.
Otros días estaba enfadado porque venían al bosque los leñadores a cortarle sus ramas para hacer madera para sus chimeneas.
         Un día que se sentía triste, se puso a llorar. Entonces se le acercó una ardilla, le acarició su tronco y le preguntó:
-      ¿Por qué lloras hermoso árbol?
El árbol le contestó secándose sus lágrimas:
-      Lloro porque me siento extraño: hay días que me siento feliz, alegre, tranquilo y relajado y otros días, me siento enfadado, triste, nervioso o estresado.
La ardilla le miró a los ojos y le dijo:
-      Precioso árbol, no tengas miedo de sentir tus emociones. No hay emociones buenas o malas. No existe la alegría sin la tristeza. Estar vivo es experimentar todas las emociones que viven en ti. Siéntelas y acéptalas todas y alimenta aquellas que te permitan crecer y ser mejor cada día.

Autora: Carmina Vallverdú del Olmo

No hay comentarios:

Publicar un comentario