Al
llegar la última noche del año, es costumbre tomar con las campanadas, doce uvas.
Son las uvas de la suerte. Esta
tradición es típicamente española.
En
otros países existen diferentes tradiciones. Vamos a conocerlas:
En ITALIA, es costumbre comer lentejas,
que les darán suerte. En algunas zonas de este país también tiran trastos
viejos como símbolo de renovación y
futuro.
En
DINAMARCA, se lanzan platos viejos
ante las casas de los amigos. Cuantos más platos tengas en la puerta, más
amigos tienes.
En
COLOMBIA, el
nuevo año debe recibirse de pie y nada más terminar las campanadas hay que dar
un portazo para alejar del hogar los malos espíritus.
En MÉXICO, creen que hay que dar una vuelta a
la casa con una maleta en la mano, para asegurarse que viajará en el año que
entra.
En RUSIA, el Abuelo del Hielo (como Papá
Noel) se encarga de ir por las casas dejando regalos a los niños.
En ALEMANIA, tienen la costumbre de dejar
restos de cena en el plato para garantizarse una despensa llena el año que
entra.
En ARGENTINA, la tradición consiste en quemar
muñecos que se han elaborado antes. De esta manera se deshacen de lo malo que
han tenido en el año que acaba.
En AUSTRALIA, nada más entrar sonar las doce,
se oyen silbidos, bocinas, palmadas, campanas…, porque el ruido es un elemento
clave para recibir el año.
En BRASIL, la costumbre marca que debe
celebrarse vestido de blanco y en la playa. Allí se salta sobre siete olas y se
dejan barquitos con velas y flores en el mar, con la intención de que éste se
lo lleve, si esto pasa es señal de buena suerte.
En JAPÓN, se tañen 108 campanadas en los
templos para liberar el mal del año que empieza. También se limpia la casa para
echar fuera la mala suerte, y se cena fideos para asegurarse una vida larga.
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