La Santa Faz es un paño con la cara de Jesús. La Verónica secó el rostro de Jesús cuando iba camino del calvario con un paño, y quedó en él impreso su rostro.
La Reliquia después de pasar por diferentes lugares, llegó a Alicante con
el Padre Mena, a quien en Roma se la entregó un
Cardenal en agradecimiento por sus atenciones.
Pedro Mena la guardó en un cofre, junto con otros
objetos de culto, pensando que se trataba de lo que aparentaba: un lienzo de
gasa de finísimo algodón en el que se pintó el rostro de Cristo para realizar
con él un cuadro. Pero, cada vez que abría el cofre para sacar
algún objeto, hallaba el lienzo en la parte superior, y no en el fondo, donde
siempre quedaba.
Los vecinos, ante tal prodigio, solicitaron
sacar el lienzo en procesión para pedir la lluvia en tiempos de una
larga sequía. Caminando en dirección a la ermita de Los Ángeles, a la altura
del Barranco de Lloixa, el sacerdote que portaba el lienzo sintió un gran peso,
y una lágrima surgió del ojo derecho del rostro pintado en el lienzo.
Tras el suceso, se aplazó la Rogativa
hasta la semana siguiente. El 25 de marzo de 1489, se congregó una multitud en
la ermita de Los Ángeles. En el
momento de impartir la bendición con la Reliquia, Fray Benito de Valencia, que
la portaba, se elevó junto al lienzo del que se extendieron en el cielo tres
imágenes de la Santa Faz, momento en que una fina lluvia ponía fin a la sequía.
Desde entonces, el Monasterio de la Santa Faz ha
sido lugar de peregrinación desde todos los confines de España.
Esta reliquia se guarda en el Monasterio de la Santa Faz de las Hermanas Clarisas, en una sala (camarín) El paño está guardado dentro de una estructura metálica. Lo que se ve es una pintura de la cara de Cristo pero la reliquia está detrás.
Lo curioso de este evento que hemos vivido en Orihuela, es que es la primera vez que la Reliquia sale de Alicante para viajar a Orihuela.
Y lo hace por el año de la Misericordia que proclamó el Papa Francisco.